“Procesión de las lámparas en Vallejo de Orbó, 7 diciembre de 2013”

cartel procesiónARPI organizó la segunda edición de la procesión de las lámparas con motivo de las fiestas de Santa Bárbara patrona de los mineros con un éxito de participación de más de 200 personas.

Tuvo lugar el sábado 7 de diciembre a las 20:00 h. y transcurrió desde el Centro Cultural “La Casa del Pueblo”  de la localidad, hasta el Pozo Rafael y la bocamina San Ignacio para volver a La Casa del Pueblo donde se celebró una misa.

La comitiva encabezada por el párroco recorrió las calles de Vallejo de Orbó entre luces de antiguas lámparas de seguridad, otrora encargadas de detectar la presencia de grisú y hoy como acompañamiento de la procesión y antorchas que iluminaron el recorrido.

ARPI aprovecho la ocasión para pulsar la opinión de los vecinos respecto a la ermita del cementerio, desescombrada en huebra y con la alternativa ahora de reconstruir o demoler. Al finalizar la procesión se invitó a los asistentes a unas tradicionales sopas de ajo.

 

 

En la bocamina San Ignacio se entonó el “Santa Bárbara Bendita” (“En el Pozo María Luisa”, para otros), tuvo lugar una ofrenda floral y se leyó un escrito homenaje  y recuerdo a los últimos mineros fallecidos en Pola de Gordón y en Barcelona:

 

“Lo que quiero recordaros coincidió con Halloween, hace mes y pico. Hemos importado esta celebración anglosajona de halloween desplazando el viejo y tradicional día de los difuntos.  Quizá con ello pretendemos banalizar el miedo, ese miedo que en muchas ocasiones  todos sentimos a la tarea de vivir, quizá temiendo el final de esa tarea,  un final tan serio y absurdo como es la muerte. Sustituir el luto de aquella España, tan siempre de negro riguroso, por una calabaza hueca con una vela, un disfraz de todo a cien y la bobada del truco o trato me parece una tentación casi morbosa de convertir la muerte en una forma de vida.

Para romper este debate de cada año, Halloween si, Halloween no, nos ha golpeado la tragedia en el pozo de una mina leonesa. La muerte de un minero, de dos, de seis es algo que nos conmueve a todos, que nos contagia de dolor, que nos rompe por dentro. Los que vivís en esta zona seguro que sabéis a que me refiero. Orlando, Carlos, Manuel, Antonio, José Luis y Roberto, cinco leoneses y un asturiano, han sido las últimas víctimas, penúltimas, porque ayer en una mina de potasa de Barcelona murieron dos mineros más. Hay una épica desgarrada y desgarradora en todas estas tragedias de las minas, tragedias que se repiten siempre distintas pero  siempre iguales en nuestra memoria.procesion noche

Las imágenes que nos llegan son siempre en blanco y negro, el negro del carbón y el fondo blanco de la mirada dura y abatida de esos hombres que viven bajo tierra y que suben los cuerpos de sus compañeros muertos después de que el grisú sembrara de silencio eterno la negra galería. España siempre ha estado llena de muertos, siempre muertos injustamente, muertos vilmente asesinados, gloriosamente caídos, ejecutados en juicios  vergonzosos, muertos por el hambre en el valle, muertos en las entrañas de la tierra, de esta vuestra tierra y pescadores  de mi tierra, que al alba son arrebatados sin aviso. 

Viudas del mar y de la mina, madres de mineros y pescadores, siempre es lo mismo; dolor y gesto amenazante en los cercanos e incomodidad  y vergüenza en los foráneos que cumplen con el protocolo. Ya lo cantaba así Víctor Manuel. Solo quiero pediros una cosa, que ninguna calabaza disfrazada pueda nunca borrar esta historia de lutos y respeto, que la mar y la mina se empeñan en escribir machacona e injustamente.

Muchas gracias.”

 

Parte del texto es del periodista y escritor  Andrés Aberasturi adaptado y ampliado por José Luis Ruiz, Presidente de Arpi, con el consentimiento de Aberasturi.                                                           

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